Aguas de Cádiz ha participado en la presentación en Madrid del Proyecto de Comunidades Azules, un movimiento internacional que surgió en Canadá en 2009 para dar a los municipios herramientas que den una visión alternativa para el agua basada en los principios del agua como un bien común y un derecho humano. Para ello, los municipios que entren a formar parte de este movimiento internacional deben basar su gestión del agua en tres
premisas básicas: El reconocimiento del agua y el saneamiento como un derecho humano; la prohibición o eliminación gradual de la venta de agua embotellada en las instalaciones y eventos municipales y la promoción de servicios de agua y aguas residuales con fondos públicos.

En la jornada de trabajo desarrollada durante el día de ayer, el presidente de Aguas de Cádiz, Álvaro de la Fuente, ha explicado la experiencia de Cádiz en la Campaña Progrifo que desarrolla la empresa municipal de agua para concienciar a la población de los beneficios que tiene el consumo de agua del grifo por ser igual de buena que el agua embotellada pero más ecológica –al no generar residuos plásticos- y más económica para el consumidor.

Además de hacer repartos de botellas de cristal a los vecinos diseñadas para la campaña, se han instalado fuentes dispensadoras de agua conectadas a la red de abastecimiento público en las dependencias municipales, se ha repartido decantadores de cristal en instituciones públicas y privadas en donde se celebran actos públicos, así como en más de 80 restaurantes y bares de la ciudad. Al mismo tiempo, Aguas de Cádiz aumentará en breve el número de fuentes públicas de agua potable en las calles y plazas de la ciudad.

La idea del Proyecto Comunidades Azules partió del Consejo de Canadienses y del Sindicato Canadiense de Empleados Públicos. Desde Canadá, en donde hay ya más de 30 Comunidades Azules, el proyecto se extendió a Berna, en Suiza, en 2013, de ahí a ciudades de Alemania, Suiza, Brasil, Estados Unidos o Grecia. Recientemente, las ciudades de Paris y Berlín que se han unido al proyecto convirtiéndose en las comunidades azules más grandes del mundo.

La presentación en España del Proyecto Comunidades Azules ha servido
para hacer oficial la designación de la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS) como embajador en España del Proyecto Comunidades Azules y analizar las posibilidades de extender esta iniciativa en nuestro país.

Este movimiento pretende proteger los recursos y los servicios de agua como un bien público responsabilidad de todos ya que “puesto que el agua es esencial para la vida humana, debe regirse por principios que permitan un uso razonable, una distribución equitativa y un tratamiento responsable a fin de preservar el agua para la naturaleza y las generaciones futuras”.
En su intervención en la jornada, la impulsora del movimiento, Maude Barlow, presidenta del Council of Canadians, ha alertado que actualmente “vivimos una doble crisis del agua: Una crisis ecológica y una crisis humanitaria y la raíz de ambas es la especulación consecuencia de la privatización”.