La empresa municipal imparte un taller para concienciar sobre la problemática de las toallitas en el saneamiento de la ciudad y solicita colaboración a la ciudadanía

Aguas de Cádiz imparte junto a Procasa talleres informativos sobre el uso de toallitas higiénicas y sus consecuencias para la red de saneamiento en la ciudad. El vecindario de la finca situada en la calle Doctor Marañón ha asistido a la cita en la que se ha abordado uno de los principales problemas que existe desde hace años en la depuración de aguas residuales.

La red de saneamiento de la ciudad incluye imbornales, alrededor de 200 km de colectores y 15 estaciones de bombeo de aguas residuales y pluviales necesarias para impulsar el agua hacia la estación depuradora (EDAR) Cádiz-San Fernando. Los técnicos de Aguas de Cádiz, en esta campaña informativa, han trasladado a los asistentes cifras impactantes como que cada año en Cádiz se retiran al rededor de 680 toneladas de residuos de las redes de saneamiento y es necesario realizar dos o tres campañas de limpieza de choque y revisión de las redes para evitar que estos residuos colapsen las canalizaciones y provoquen daños. Esto supone un coste elevado para la empresa que debe destinar recursos materiales y humanos para evitar inundaciones.

Como viene advirtiendo Aguas de Cádiz en sus campañas informativas periódicas, no se deben arrojar toallitas higiénicas de ningún tipo al inodoro porque, aunque en los envases indiquen que son biodegradables, el tiempo que pasan por las tuberías es muy corto e insuficiente para su disolución, por este motivo, se forman enormes madejas imposibles de deshacer que provocan atascos y deterioros en la red y en las estaciones de bombeo de aguas residuales. Por ello, una vez más, la empresa ha hecho hincapié en que el inodoro no es un cubo de basura.

Este tipo de talleres informativos siguen siendo muy necesarios porque, a pesar de las campañas de sensibilización llevadas a cabo, el uso de toallitas sigue aumentando. Cada vez se venden, compran y consumen más toallitas higiénicas de todo tipo que acaban en el inodoro, en las cañerías, en los colectores, en las estaciones de bombeo, en la depuradora, e incluso y a pesar de todos los esfuerzos, en el mar.