Se ha evidenciado la necesaria colaboración entre las entidades supramunicipales y la necesidad de inversión en infraestructuras hidráulicas

Los municipios de la provincia de Cádiz se han reunido en la sede de la empresa municipal de Aguas de Cádiz para debatir sobre la situación de crisis global del agua que está afectando a toda la península ibérica, y en especial, a la situación de sequía que afecta la provincia por el descenso de las precipitaciones con los embalses un 30% más vacío que en noviembre de 2021.

El Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana, junto a Aguas de Cádiz y la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS) han organizado estas jornadas denominadas ‘El Agua Urbana y el Reto de la Sequía’ en la que han participado los municipios del Consorcio y diferentes entidades representantes de otros lugares de España como Sevilla, Badajoz o Baleares, para conocer y compartir sus experiencias de gestión de sequía.

“Cuando comenzamos a pensar en crear un espacio de debate sobre sequía nos parecía necesario que todas las ciudades que compartimos los recursos hídricos nos sentáramos a pensar y a tomar decisiones conjunta. Ahora, además, ciudades como Sevilla o Barcelona ya han declarado alerta por sequía, por lo que este espacio se presenta aún más necesario. El agua es vida y un recurso esencial, por lo que no tenemos otra opción que tomar medidas para hacer un buen uso de ella” ha destacado Ana Fernández en su intervención.

Por su parte, Jorge Rodríguez, presidente del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana, ha querido resaltar la importancia de tener una política de infraestructuras hidráulicas a medio y a largo plazo, no solo cuando hay periodo de sequía. “El agua es un bien escaso, pero si se gestiona correctamente no tiene por qué faltar” ha afirmado Rodríguez, “para ello, hay que trabajar en tener presupuestos de todas las administraciones, es necesario reducir el agua que se pierde al no tener infraestructuras renovadas” ha destacado el presidente del Consorcio. “Ahora es un buen momento para tomarse en serio la necesidad de invertir en infraestructuras” ha puntualizado Rodríguez.

En las mesas de debate han destacado varios mensajes. La sequía es un problema real con el que estamos conviviendo efecto del cambio climático que sufrimos y es necesario replantearse la gestión del agua para aprovechar al máximo los recursos hídricos. Para ello, es necesaria la digitalización de las empresas que gestionan el agua. “Ya no se planteamos hacer más pantanos, ahora nos planteamos ir más allá en la gestión del agua y solo es posible mediante la digitalización” ha afirmado Alejandro Rodríguez de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en la mesa de debate sobre la Digitalización. “La transformación digital es una manera más de planificar. Permite escalar sin las limitaciones del mundo físico” ha destacado Ramón González Carvajal, catedrático de la Universidad de Sevilla. Todo ello será posible gracias al apoyo económico que va a ofrecer del Estado a través de diferentes líneas de ayudas que se van a poner en marcha con los PERTES de digitalización de empresas de agua.

En la mesa de debate sobre la gestión de otros municipios se han abordado formas de gestión sostenible del ciclo integral del agua como es el caso de EMAYA, empresa municipal de agua en de Palma de Mallorca, que gestiona tanto el agua de la ciudad como la de regadío. “Cuando llegamos a la situación de alerta ya es tarde para tomar medidas” ha afirmado Jaume Femenías, director del ciclo integral del agua en EMAYA. “Es necesario cambiar la estrategia de afrontar la gestión del agua. Un problema global no se puede afrontar de forma local. Usamos las desaladoras para poder garantizar el suministro de agua y eso supone un sobrecoste” ha explicado Femenías. Por su parte Jaime Palop, consejero delegado de EMASESA también ha expuesto las medidas la forma de abordar la sequía que se está realizando en Sevilla con la campaña Objetivo 90, que va más allá de los consejos de ahorro, pasa por la digitalización y la comunicación directa de la empresa con las familias. “Podremos dar mensajes personalizados a cada familia para que reduzcan el consumo en un momento del día o avisarle de alguna fuga” ha explicado Palop.

En la mesa de debate de actores locales se ha puesto en valor la creación de planes de riesgo por sequía como los que ya tienen las empresas de Aguas de Cádiz y Chiclana Natural, necesarios en todos los municipios. Además, se ha planteado la necesidad de tener una planificación conjunta para combatir la escasez de agua con acciones enfocadas a las personas, como la campaña de consumo responsable RETO 100 de Aguas de Cádiz y cambiar la forma de relacionarnos con la naturaleza y con el agua. También se ha abordado la posibilidad de replantear el sistema agrícola para priorizar el abastecimiento a la población.

Las jornadas han sido muy enriquecedoras y se han aportado ideas tan interesantes como las propuestas por el secretario general de AEOPAS, Jaime Morell, como recuperar las masas de aguas contaminadas, la reutilización de aguas, reducir el consumo de agua en regadío (un 85% del agua es para regadío) y la actualización de infraestructuras para el regadío.

Un total de 20 empresas se presentaron a la licitación de las obras de instalación de la planta fotovoltaica en la cubierta de la estación de bombeo de aguas residuales La Martona ubicada en la avenida de la Sanidad Pública. Se trata del mayor número de empresas que se han presentado a una licitación de Aguas de Cádiz en toda su historia. La adjudicación ha recaído sobre la empresa Adentech.

La actuación tiene como objeto poner en marcha una instalación fotovoltaica que se empleará en el autoconsumo de la estación de bombeo más grande de la ciudad y a la que llega casi la totalidad de las aguas residuales y pluviales de Cádiz. De allí se impulsan hacia la estación ubicada en Cortadura y, a continuación hasta la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Cádiz-San Fernando. De hecho, con esta planta se prevé cubrir casi el 13% de las grandes necesidades energéticas de la estación, reduciendo la facturación eléctrica anual y un importante ahorro de emisiones de CO2.

Las obras comprenden la instalación de un total de 200 paneles fotovoltaicos de 480kWp cada uno, de tecnología avanzada que permiten aprovechar al máximo la radiación solar, con placas de vidrio a doble cara para hacerlas resistentes a los conocidos efectos de la corrosión que se produce en las estaciones de aguas residuales.

La vida útil de las instalaciones fotovoltaicas se estima en 25 años. Al margen de los beneficios medioambientales que supone, Aguas de Cádiz espera amortizar la instalación en un periodo de unos ocho años, y se estima que durante toda su vida útil la generación de energía de la misma supere ampliamente los 500.000 euros, lo que supone. Es decir, al menos cinco veces el coste de la inversión, que es de 110.000 euros, con un plazo de ejecución de 12 semanas.

Lucha contra el cambio climático y apuesta por las energías renovables

Con esta actuación, incluida en el Plan Director de Sostenibilidad y Utilización de Energías Renovables de Aguas de Cádiz, la empresa municipal sigue apostando por la generación de energías renovables, lo que la ha convertido en pionera entre las operadoras del agua en la eliminación de la huella de carbono y de la huella hídrica gracias, entre otras cosas, al uso de energías renovables en sus instalaciones.

La planta de La Martona se une a las que recientemente han puesto en marcha en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales La Paz, en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales ubicada en la Avenida de Marconi y en la del edificio de las oficinas centrales de María Auxiliadora.

Aguas de Cádiz lleva más de cinco años calculando su huella de carbono y está ejecutando importantes acciones encaminadas a reducir el calentamiento global. Estas actuaciones han supuesto dejar de emitir 307,7 toneladas de CO2 a la atmósfera, cantidad que irá en aumento, con la previsión de haber dejado de emitir hasta 372,32 toneladas de CO2 en 2021 y de 423,7 toneladas de CO2 en 2022.

Al margen de los beneficios para el medio ambiente, cabe destacar que, con estas medidas, Aguas de Cádiz ha ahorrado más de un millón de euros desde 2015, lo que supone un 45% del gasto en energía eléctrica y el consumo de kilovatios hora (Kwh) se ha reducido al año en un 35%, poniendo así las medidas que permitirán cumplir con el compromiso del Acuerdo de París de 2015 de reducir en un 50% la emisión de gases de efecto invernadero. Por otra parte, el ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible) número 7 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas es “Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna” para luchar contra el cambio climático.

Además, la empresa ha renovado el sello de ‘Registro de huella carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2’ que otorga el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico por compensar totalmente sus emisiones CO2 ya que garantiza la huella de carbono nula mediante el sistema de reforestación de árboles, siendo, a día de hoy, la única operadora de agua de Andalucía y una de las tres de España que aparece en este registro de carácter voluntario. La compensación total de la huella de carbono quiere decir que Aguas de Cádiz cumple con tres requisitos establecidos: calcular, reducir y compensar. Además, Aguas de Cádiz está registrada en el SACE (Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones) y supera una auditoría anual por una empresa acreditada.

La empresa municipal Aguas de Cádiz ha sacado a licitación las obras de instalación de una planta fotovoltaica en la cubierta de la estación de bombeo de aguas residuales Martona, ubicada en la avenida de la Sanidad Pública. El valor estimado del contrato asciende a 135.863,32 euros (IVA incluido) y el plazo de ejecución de 98 días, pudiendo las empresas interesadas presentar sus ofertas hasta el próximo 18 de enero.

Respecto a los plazos, el anuncio de licitación recoge que, por motivos de interés público y de la empresa Aguas de Cádiz, el inicio de la obra y su acta de replanteo podrá demorarse hasta un plazo máximo de seis meses.

La actuación promovida por Aguas de Cádiz tiene por objeto la puesta en marcha de una instalación fotovoltaica para consumo eléctrico en la Martona e inyección de excedentes a la red de distribución. Como fuente de energía renovable, dicha instalación permitirá un importante grado de autoconsumo energético, reduciendo así la facturación eléctrica anual y un importante ahorro de emisiones de CO2.

De esta manera, la empresa municipal sigue apostando por la generación de energías renovables, siendo este proyecto fruto de la política de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que la operadora gaditana del ciclo integral del agua sigue para la generación de energía cien por cien renovable.

Según recoge el proyecto de la actuación, en la Martona, que es la estación de bombeo más grande de Cádiz, se levantarán 197 paneles fotovoltaicos de última generación, de 400 Wp cada uno, con tecnología avanzada que permite aprovechar al máximo la radiación y con placas de vidrio a doble cara para hacerlas inmunes a los conocidos efectos de la corrosión que se produce en las estaciones de aguas residuales.

La planta estará dotada de cuatro inversores de 20Kw, con una potencia nominal de la planta de 77,815 kWp y una generación anual de energía de, aproximadamente, 133.872 kWh al año, lo que equivale al consumo medio doméstico anual de 41 viviendas.

Como se ha indicado, esta energía se empleará en el autoconsumo de la estación de bombeo por la que circula casi la totalidad de las aguas residuales de Cádiz y buena parte de las pluviales. Con esta planta fotovoltaica se prevé cubrir casi un 12% de las grandes necesidades energéticas que requiere la planta.

La vida útil de la instalación se estima en 25 años. Al margen de los beneficios medioambientales que supone, Aguas de Cádiz espera amortizar la instalación en un periodo de unos ocho o diez años y estima que el ahorro en los 25 años de vida útil será de, aproximadamente, 458.000 euros.

Cabe recordar que Aguas de Cádiz está siendo pionera entre las operadoras del ciclo integral del agua en la eliminación de la huella de carbono y de la huella hídrica. Además, la empresa municipal sigue estudiando otros métodos y medios que permitan descarbonizar la empresa, ya sea mediante otros generadores de energía o mediante la reducción de sus consumos.

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La empresa municipal Aguas de Cádiz sigue ejecutando acciones encaminadas a la reducción de su huella de carbono y de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) gracias, entre otras cosas, al uso de energías renovables en sus instalaciones.

En esta ocasión, Aguas de Cádiz ha puesto en marcha una nueva planta fotovoltaica en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales La Paz, ubicada en la plaza Arillo como parte y continuación del Plan Director de Sostenibilidad y Utilización de Energías Renovables, iniciado hace unos años por la empresa municipal.

Esta planta, que se encuentra en periodo de pruebas, ocupa la totalidad del espacio disponible en la cubierta de esta EBAR y posee una potencia punta de 7,49 Kwp. Esta potencia la produce los 14 paneles de última generación de 535 watios, que conforman la planta. Cada panel cuenta, además, con un optimizador de funcionamiento para mejorar el rendimiento total del sistema ante las sombras que en determinados momentos puedan proyectar los edificios adyacentes.

Los datos del rendimiento, así como otra gran cantidad de parámetros eléctricos que ofrece el sistema, son enviados cada cinco minutos a una página web de servicio. Estos datos se reciben y monitorizan en las oficinas de Aguas de Cádiz de la avenida María Auxiliadora desde donde se atenderán las alarmas, se realizarán estudios y se verificará el funcionamiento adecuado de la planta.

Se estima que pueda producir al año unos 11.160 kWh de energía, lo que supone el 22,56% del consumo total de esta estación, que en el ejercicio 2020 fue de 49.448 Kwh. Este porcentaje oscila entre el 35% de los mejores días de irradiación y el 12% en días de invierno.

De los 11.160 Kwh generados al año por la planta, se estima que el 70% será para autoconsumo mientras que el 30% restante son excedentes a enviar a la red eléctrica  con compensación en la factura por parte de la operadora eléctrica.

Se espera también que en breve pueda entrar en funcionamiente la planta fotovoltaica que Aguas de Cádiz está instalando en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales ubicada en la Avenida de Marconi.

Estas plantas se unen al resto de plantas ya instaladas en Aguas de Cádiz. La primera de ellas, y de mayores propociones, fue la que se levantó en la azotea de las oficinas del edificio de María Auxiliadora y que fue ampliada el año pasado. A esa planta le siguieron otras dos, una en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales Alcalde Juan de Dios Molina (La Martona) y otra en la cubierta del almacén que la empresa tiene en la Zona Franca.

Lucha contra el cambio climático

Aguas de Cádiz lleva más de cinco años calculando su huella de carbono y está ejecutando importantes acciones encaminadas a reducir el calentamiento global. Estas actuaciones han supuesto dejar de emitir 307,7 toneladas de CO2 a la atmósfera, cantidad que irá en aumento, con la previsión de haber dejado de emitir hasta 372,32 toneladas de CO2 en 2021 y de 423,7 toneladas de CO2 en 2022.

Al margen de los beneficios para el medio ambiente, cabe destacar que, con estas medidas, Aguas de Cádiz ha ahorrado más de un millón de euros desde 2015, lo que supone un 45% del gasto en energía eléctrica y el consumo de kilovatios hora (Kwh) se ha reducido al año en un 35%, poniendo así las medidas que permitirán cumplir con el compromiso del Acuerdo de París de 2015 de reducir en un 50% la emisión de gases de efecto invernadero. Por otra parte, el ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible) número 7 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas es “Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna” para luchar contra el

Además, la empresa ha renovado el sello de “Registro de huella carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2” que otorga el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico por compensar totalmente sus emisiones CO2 ya que garantiza la huella de carbono nula o ‘Emisión Cero’ mediante el sistema de reforestación de árboles, siendo, a día de hoy, la única operadora de agua de Andalucía y una de las tres de España que aparece en este registro, de carácter voluntario. La compensación total de la huella de carbono quiere decir que Aguas de Cádiz cumple con tres requisitos establecidos: calcular, reducir y compensar. Además, Aguas de Cádiz está registrada en el SACE (Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones) y supera una auditoría anual por una empresa acreditada.

Aguas de Cádiz ha conseguido reducir su deuda en casi 10,5 millones de euros en los últimos seis años, a pesar de haber asumido nuevas necesidades por valor de 2,1 millones de euros. Según ha explicado la presidenta de la empresa municipal, Ana Fernández, “una política de control y contención del gasto innecesario, así como una gestión más eficiente de los recursos ha hecho posible que Aguas de Cádiz haya podido hacer frente a la deuda bancaria que soportaba en 2015 y que ponía incluso en peligro la viabilidad de la empresa pública”.
Exactamente, el total amortizado es de 10.469.114 € de los que: 8.932.800 € correspondían a los préstamos con los bancos; 766.076 € era de una deuda con el Consorcio de Agua de la Zona Gaditana (por la compra del agua en alta) y 316.294 € por la financiación para el pago a proveedores tras el Real Decreto-Ley de 2012. A estas cantidades hay que sumarle los intereses bancarios generados en estos años, que han ascendido a 453.942 €.
La evolución de la deuda de ACASA (Aguas de Cádiz S.A.), que se presentó en el último Consejo de Administración de la empresa, refleja, según su presidenta Ana Fernández, “cómo una buena gestión salva a una empresa que es de todos los gaditanos y cómo es posible hacer las cosas de otra manera a como se hacían antes, buscando el buen gobierno, gestionando con rigor técnico, con transparencia, con rendición de cuentas y con sentido de la honradez”.
La presidenta destaca además que este esfuerzo en la reducción del gasto se ha hecho soportando otras necesidades que la empresa ha absorbido sin repercutir en las tarifas. De hecho, la última subida en el recibo del agua fue en enero de 2014 y desde entonces no se ha vuelto a incrementar “mientras que antes se subía la tarifa casi cada año, aunque al no ser en grandes cantidades, estas subidas pasaban a veces desapercibidas por los usuarios”, recuerda Ana Fernández.
Por lo tanto, la deuda se ha saldado a pesar de que Aguas de Cádiz haya tenido que hacer frente a gastos nuevos durante este tiempo que ascienden aproximadamente a 2.100.000 € entre los que se encuentran la subida del precio en alta, la puesta en marcha del Suministro Mínimo Vital para ayudar a las personas con problemas económicos y las subidas anuales del IPC.

Gastos de representación
Una de las partidas en las que más claramente se puede ver este cambio de tendencia en esta nueva etapa de Aguas de Cádiz es en los gastos de representación.
Desde 2012 hasta 2016 los gastos de representación de la empresa –comidas y regalos principalmente- han pasado de una media anual de 27.032 € a una media anual de 1.020 €, lo que supone una reducción de un 96% con respecto a la etapa anterior. Hay que tener en cuenta que, por cambios en la legislación laboral, se modifica el criterio contable y, a partir de 2019, el regalo de Navidad a los empleados de ACASA se pasa al epígrafe de gastos de personal al ser considerados como derecho adquirido por los trabajadores.
En cuanto a los gastos de representación de la presidencia y de la gerencia, han pasado de los 16.644 € al año que se gastaban de media desde 2012 hasta 2016 a los 937 € que se han venido gastando anualmente en el periodo 2016-2021, lo que supone un ahorro de un 95% para la empresa municipal.
Ana Fernández destaca, como ejemplos, que “con el PP, se gastaban 8.600 euros solo en jamones para los consejeros, además de 1.000 euros en cervezas, otros 1.000 euros en manzanilla, 520 euros en loterías de navidad… nosotros eliminamos todos esos gastos y dejamos solo el regalo de los empleados porque es, además, un derecho adquirido por sentencia del Tribunal Supremo. En este caso, se entregan paletillas de jamón cuya licitación se saca, por transparencia, a concurso público”.

Cuadros de evolución de la deuda de ACASA y de la partida de gastos de representación.

La empresa municipal Aguas de Cádiz sigue apostando por la generación de energías renovables y tiene ya redactados otros dos proyectos de ejecución para la instalación de sendas plantas fotovoltaicas en dos de sus instalaciones que se unirán a la planta que ya existe en la cubierta del edificio de oficinas de la Avenida María Auxiliadora y que se empezó a explotar hace ahora tres años. Cuando estén en funcionamiento, entre las tres plantas se generará una energía equivalente al consumo anual de 94 viviendas.
Una de estas nuevas plantas se construirá en la cubierta del edificio de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) que tiene la empresa en la Avenida de la Sanidad, conocida popularmente como la “Martona”, y la otra se integrará sobre los faldones de la cubierta de la nave almacén ubicada en el recinto exterior de la Zona Franca. Estos proyectos son frutos de la política de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que la operadora gaditana del ciclo integral del Agua sigue para la generación de energía 100% renovable.
En la “Martona” -la estación de bombeo más grande de Cádiz- se levantarán 197 paneles fotovoltaicos de última generación, de 400 Wp cada uno, con tecnología avanzada que permite aprovechar al máximo la radiación y con placas de vidrio a doble cara para hacerlas inmunes a los conocidos efectos de la corrosión que se produce en las estaciones de aguas residuales. La planta estará dotada de cuatro inversores de 20 Kw, con una la potencia nominal de la planta de 77,815 kWp y una generación anual de energía de aproximadamente 133.872 kWh al año que equivale al consumo medio domestico anual de 41 viviendas.
Esta energía se empleará en el autoconsumo de la EBAR por la que circula casi la totalidad de las aguas residuales de Cádiz y buena parte de las pluviales. Durante el ejercicio pasado, el consumo registrado en estas instalaciones fue de 1.168.292 kWh. Con esta planta se cubrirá casi un 12% de las grandes necesidades energéticas que requiere la planta debido al funcionamiento, principalmente, de las bombas de impulsión. La vida útil de la planta se estima en 25 años y la inversión prevista para su ejecución es de 136.995 euros. Al margen de los beneficios medioambientales que supone, Aguas de Cádiz espera amortizar la instalación en un período de unos ocho o diez años y estima que el ahorro en los 25 años de vida útil será de aproximadamente 458.000 euros.
Por otra parte, la planta que se ha diseñado para su integración en la cubierta de la nave de la Zona Franca contará con 200 paneles fotovoltaicos también de tecnología avanzada, de 450 Wp cada uno, con cuatro inversores de 22,5 Kw, con un potencia nominal en 90 kW y una generación aproximada de energía 139.240 kWh al año, el consumo medio anual de unas 43 viviendas.

Colaboración con Eléctrica de Cádiz
En este caso, la energía que se consume al año en este edificio supone solamente el 1% de la que generará la planta por lo que el excedente lo pondrá Aguas de Cádiz a disposición de Eléctrica de Cádiz para el suministro de los clientes que la operadora tenga por la zona.
En una clara apuesta por las energías renovables, ambas empresas municipales deberán llegar a un acuerdo de colaboración para determinar cómo y dónde aplicar los excedentes de energía que produciría esta planta para no dejar pasar la oportunidad de descarbonizar a sus propias empresas y a la ciudad.
Al igual que la anterior, la vida útil estimada de esta planta fotovoltaica es de 25 años y la inversión necesaria para su ejecución es de 130.590 euros. Se espera que una vez llegado a buen puerto el acuerdo con Eléctrica de Cádiz, pueda ser amortizada en un período de unos 12 a 14 años estimándose un ahorro en los años de vida útil de más de 300.000 euros.


Empresa pionera en la reducción de la huella de carbono
Aguas de Cádiz está siendo pionera entre las operadoras del ciclo integral del agua en la eliminación de la huella del carbono y de la huella hídrica. De hecho, estas dos plantas se unirán a la que se construyó en 2017 en el edificio de María Auxiliadora con una potencia inicial de 8,2 kWp que, dado el extraordinario rendimiento conseguido en 2020, se ha ampliado a 20,7 kWp. La planta ya ampliada será capaz de generar unos 33.000 kWh al año de energía 100% renovable para autoconsumo del suministro del propio edificio de Aguas de Cádiz. En términos porcentuales supone un 38% de los 88.000 kWh que consume anualmente estas instalaciones, lo que equivale a la energía media consumida por 10 viviendas al año, según datos de REE (Red Eléctrica Española).
Una vez implantadas estas medidas, en principio pensadas para ejecutarse en el período 2021-2022, cerca del 20% del total de la energía consumida por Aguas de Cádiz se habrá generado mediante energía solar fotovoltaica, lo que además de suponer un ahorro económico, genera una sinergia en cuanto a la huella de carbono.
A pleno rendimiento, la empresa dejaría de emitir el equivalente a 107 toneladas de CO2 al año lo que equivale a plantar 1.508 árboles o recorrer casi 713.000 km al año es un turismo medio.

ACASA, sigue estudiando otros métodos y medios que permitan “descarbonizar” la empresa, ya sea mediante otros generadores de energía o mediante la reducción de sus consumos. Entre estas medidas están: la reforma eléctrica de los bombeos de La Paz y Marconi (en ejecución); el estudio de instalaciones de sensorización y tele lectura para medición de consumos eléctricos y caudales bombeados; el estudio de la optimización hidráulica y eficiencia de los bombeos de estaciones de aguas residuales y aguas pluviales; la continuación de la mejora de eficiencia de equipos de iluminación y aire acondicionado de todas las instalaciones; el estudio de viabilidad para ubicar nuevas pequeñas plantas fotovoltaicas en otros emplazamientos (EBAR Marconi, EBAR La Paz) y el estudio de viabilidad para la implantación de pequeños aerogeneradores urbanos, la denominada “mini-eólica” en distintas ubicaciones e instalaciones de la empresa.

La empresa municipal Aguas de Cádiz ha conseguido que, en los dos años que lleva en vigor el nuevo contrato de mantenimiento de la red de saneamiento, se haya triplicado la longitud de alcantarillado que se limpian anualmente en la ciudad tal y como se pretendía cuando se puso en marcha.

Los datos reflejan que durante 2020 se han limpiado 56.436 metros lineales de alcantarillado lo que supone un 32,3% de los 175 kilómetros de longitud que tiene la red de saneamiento en la ciudad. De esta manera la red se puede limpiar por completo cada tres años cuando antes se requerían más de nueve años para limpiarla en su totalidad.

La presidenta de Aguas de Cádiz y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cádiz, Ana Fernández, destaca que se está consiguiendo el objetivo marcado con este nuevo contrato de servicio que, recuerda, “unificó en uno solo los siete contratos de limpieza y mantenimiento que había anteriormente para racionalizar los recursos, adaptarlos a las necesidades de la empresa y lograr así una mayor eficiencia”.

La nueva empresa adjudicataria asumió sus funciones el 11 de febrero de 2019 y durante ese año se limpiaron 50.124 metros de alcantarillado. Esto supuso ya un importante incremento con respecto al año anterior, que fueron 21.387 metros lineales. Los datos de los años anteriores son: 24.454 en 2017; 19.552 en 2016; 19.328 en 2015; 18.957 en 2014 y 8.230 en 2013.

Disminución de los avisos por atascos

De forma paralela y como consecuencia de lo anterior cabe destacar que al mismo tiempo que aumenta la limpieza disminuyen los avisos por averías y atascos en la red de saneamiento. Si en 2013 el número de avisos al año fueron 1.672, en 2020 esta cifra bajó hasta los 569 avisos.

En cuanto las toneladas de lodos extraídos en la limpieza, también han aumentado desde las 584 toneladas de 2013 a las 811 toneladas extraídas en 2020.

Lo que sí se mantiene más o menos constante en estos años es el número de sumideros limpiados: 15.077 en 2013 y 15.415 en 2020 siendo 2016, con 18.353 sumideros limpiados, el año que mayor cantidad registra.

Para conseguir estos incrementos sustanciales, se han duplicado los turnos y equipos dedicados a la limpieza sistemática de la red y se ha renovado los camiones y maquinarias maquinarias necesarias sin aumentos de coste ni inversión inicial para Aguas de Cádiz.

La empresa municipal Aguas de Cádiz ha renovado el sello de “Registro de huella carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2” que otorga el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico por compensar totalmente sus emisiones CO2 ya que garantiza la huella de carbono nula o ‘Emisión Cero’ mediante el sistema de reforestación de árboles.
A día de hoy, Aguas de Cádiz es la única operadora de agua de Andalucía y una de las tres de España que aparece en este registro, de carácter voluntario, que recoge los esfuerzos de las empresas, administraciones y otras organizaciones españolas en el cálculo, reducción y compensación de las emisiones de gases de efecto invernadero que genera su actividad como medidas para la lucha contra el cambio climático, así como la cartera de proyectos forestales con los que dichas organizaciones pueden compensar su huella.
La compensación total de la huella de carbono quiere decir que Aguas de Cádiz cumple con tres requisitos establecidos: calcular, reducir y compensar. Es decir, Aguas de Cádiz posee los tres sellos que emite el Ministerio sobre el registro de huella de carbono en los sectores de Calculo, Reduzco y Compenso. Este último sello lo consiguió por primera vez en 2018 al compensar la empresa las escasas toneladas de CO2 que emite mediante el sistema de reforestación. Además, Aguas de Cádiz está registrada en el SACE (Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones) y supera una auditoría anual por una empresa acreditada.
La presidenta de Aguas de Cádiz y concejala del Ayuntamiento de Cádiz, Ana Fernández, valora positivamente los esfuerzos que está realizando la empresa tanto para la eliminación de gases de efecto invernadero como para la reducción de la huella hídrica puesto que “tenemos la obligación de frenar nuestra influencia a muchos niveles y de buscar soluciones sostenibles en nuestras múltiples actividades para luchar contra las inundaciones, las sequías, la contaminación y escasez del agua y su escasez para, en definitiva, proteger la salud y salvar vidas”.
La empresa pública municipal Aguas de Cádiz lleva cinco años calculando su huella de carbono y está ejecutando importantes acciones encaminadas a reducir los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que provocan el calentamiento global y que se emiten en los procesos de producción, transporte, distribución y consumo energético que provoca su actividad. Esfuerzos que están dando ya resultados destacados en eliminación de las emisiones de GEI y en la reducción de la huella hídrica y que seguirán dando fruto en los próximos años. De hecho, el consumo de energía eléctrica en Kwh tiene una tendencia a la baja.
Concretamente, las actuaciones para la reducción de la huella de carbono han supuesto dejar de emitir 307,7 toneladas de CO2 a la atmósfera, cantidad que irá en aumento, con la previsión de haber dejado de emitir hasta 372,32 toneladas de CO2 en 2021 y de 423,7 toneladas de CO2 en 2022.
Al margen de los beneficios para el medio ambiente, cabe destacar que, con estas medidas, Aguas de Cádiz ha ahorrado ya 1.107.697 euros desde 2015, lo que supone un 45% del gasto en energía eléctrica y el consumo de kilovatios hora (Kwh) se ha reducido al año en un 35%, poniendo así las medidas que permitirán cumplir con el compromiso del Acuerdo de París de 2015 de reducir en un 50% la emisión de gases de efecto invernadero. Por otra parte, el ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible) número 7 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas es “Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna” para luchar contra el cambio climático.
Entre las medidas adoptadas cabe señalar la colocación de bombas de impulsión más eficaces en las estaciones de bombeo de aguas residuales, la instalación de plantas fotovoltaicas en el edificio de María Auxiliadora -ahora ampliada- que genera 20,2 KWp y están proyectadas las que serán las dos plantas más grandes de Cádiz: una en La Martona de 78,8 kWP que podrá generar al año 133.872 Kwh y otra en la cubierta del almacén de la Zona Franca en donde se instalará planta de aproximadamente 90 KWp que generará una energía estimada de 145.000 Kwh. Esto supondrá que, de cumplirse las previsiones, Aguas de Cádiz podrá tener un autoabastecimiento de casi el 18% en 2022 incluyendo todas las estaciones de bombeo, es decir, casi el 18% de la energía consumida por Aguas de Cádiz será de origen fotovoltaico.
Otras actuaciones a destacar son la renovación paulatina del parque móvil con coches eléctricos o mixtos y la adquisición de camiones para la limpieza de redes de última generación que restringen al máximo sus consumos, sus emisiones de CO2 y la huella hídrica, la reducción de hasta un 20% el tiempo de funcionamiento de las fuentes ornamentales, mejora del sistema de climatización del edificio de oficinas de la avenida María Auxiliadora, sustitución de las luminarias por pantallas led, etc.

Aguas de Cádiz está realizando estos días obras de ampliación de la planta fotovoltaica que tiene instalada en la azotea del edificio que acoge sus oficinas en la avenida María Auxiliadora para la producción de energía renovable en autoconsumo.

Se trata de una de las actuaciones encaminadas a la eficiencia energética y al ahorro de energía en todas sus instalaciones y que incluye también la instalación de una planta fotovoltaica en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales Alcalde Juan de Dios Molina (La Martona) y, más adelante, de otra planta, en la cubierta de la nave que sirve como almacén de la empresa municipal en la calle Chiclana del recinto exterior de la Zona Franca.

En lo que respecta a la sede de María Auxiliadora, la actual planta es de 8,2 KWp y, tras esta ampliación, pasará a ser de 20,2 KWp para lo cual se instalarán 30 nuevos paneles de última generación de 400 Wp que se unen a los 32 módulos de 265 Wp que hay actualmente y que permiten, por un lado, autoabastecerse eléctricamente con la energía solar que se recoge en la azotea y, por otro, abaratar una parte sustancial del recibo eléctrico de la empresa. Los excedentes de energía eléctrica serán inyectados a la red de Eléctrica de Cádiz que compensará a Aguas de Cádiz en kilovatios-hora consumidos en este mismo suministro.

En cuanto a la planta fotovoltaica en La Martona, su instalación como fuente de energía renovable permitirá un importante grado de autoconsumo energético y reducir la factura eléctrica anual con el consiguiente ahorro energético, así como una reducción de emisiones de CO2. Se instalarán 197 paneles de, al menos, 400 Wp, que daría como resultado una planta de 78,8 kWP que podrá generar al año una producción de 133.872 Kwh o kilovatio- hora.

Por otra parte, en cuanto a la planta a instalar en la cubierta del almacén que Aguas de Cádiz tiene en la Zona Franca, actualmente se está redactando el proyecto para implantar alrededor de 220 paneles de 400 Wp con lo que se tendrá una planta de aproximadamente 90 KWp que generará una energía estimada de 145.000 kilovatios-hora.

Durante el pasado año, la actual planta fotovoltaica de la sede de María Auxiliadora produjo 14.130 kilovatios lo que supuso un grado de autoconsumo medio del 9% de este suministro. En lo que llevamos de año, el grado de suficiencia en María Auxiliadora es del 14% debido, en primer lugar, a la disminución del consumo debido a la pandemia y al aumento del número de lámparas led instaladas. Se espera que para 2021, una vez realizada la ampliación y en condiciones normales, la suficiencia energética con la ampliación de la planta llegue al 25% y que esto a su vez permita disminuir la potencia contratada en este suministro.

Desde que empezaron a funcionar las actuales placas, en marzo de 2018, se han dejado de emitir un total de 20,41 toneladas de CO2 a la atmosfera, lo que equivale a la plantación de 523 árboles. Con la ampliación de la planta, se espera multiplicar por 2,5 veces las cifras anteriores.

Aguas de Cádiz espera que, una vez ejecutadas las tres plantas fotovoltaicas, la generación de energía ronde los 350.000 kilowatios-hora al año, lo que supondría poder llegar aun 25%- 30% del total de lo consumido en ACASA de todas sus instalaciones.

Al tiempo que la empresa municipal avanza en su implantación de energías renovables, también ha llevado a cabo otras medidas como la renovación del parque móvil con vehículos eléctricos, la compra de energía cien por cien renovable, la renovación de los camiones de limpieza de redes con vehículos que restringen al máximo sus consumos y sus emisiones de CO2, la sustitución de todas las luminarias y del sistema de climatización de las oficinas, que cuenten con líneas de recuperación de calor, etc.

La empresa municipal Aguas de Cádiz está realizando un importante esfuerzo tanto para la eliminación de gases de efecto invernadero como para la reducción de la huella hídrica. Es la única empresa operadora de agua de España -y una de las 26 de toda España- que cuenta con el reconocimiento del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Democrático por compensar totalmente sus emisiones CO2 ya que garantiza la huella de carbono nula o ‘Emisión Cero’.

La compensación total de la huella de carbono quiere decir que Aguas de Cádiz cumple con tres requisitos establecidos: calcular, reducir y compensar. Es decir, Aguas de Cádiz posee los tres sellos que emite el Ministerio sobre el registro de huella de carbono en los sectores de Calculo, Reduzco y Compenso. Este último sello, conseguido en 2018 y refrendado en 2019, reconoce que la empresa compensa las escasas toneladas de CO2 que emite mediante el sistema de reforestación.

En cuanto a la reducción de la huella hídrica, es decir, de la cantidad de agua que de forma directa o indirecta se utiliza para el desarrollo de actividad, se están usando medios materiales más eficientes para las limpiezas de las redes, existe un mayor control de consumo debido a la sectorización de la red y se han buscado nuevos recursos hídricos alternativos como la reutilización del agua que se vacía de las dos piscinas municipales de Cádiz (la del pabellón Ciudad de Cádiz y la de Astilleros) para el riego de jardines y el baldeo de las calles.

Además de la reutilización del agua de las piscinas, Aguas de Cádiz ha desarrollado otros proyectos para luchar contra la sequía como son: el estudio sobre los acuíferos profundos mediante sondeos electromagnéticos, el estudio para saber la posibilidad de poder usar pozos de sondeo en varias zonas de la ciudad y el estudio para la implantación de un sistema terciario de la Estación Depuradora de Aguas Residuales que contempla la elaboración de un proyecto de ejecución de red de agua regenerada para la ciudad.

Precisamente, Aguas de Cádiz ha elaborado un Plan de Gestión de Riesgo por Sequía que ha convertido a la ciudad de Cádiz en la primera de la Demarcación Hidrográfica Guadalete-Barbate en contar con un plan que es obligatorio por ley y ha colaborado con la Guía Metodológica para la Elaboración de Planes Municipales frente al Cambio Climático que ha elaborado AMA Natura-Ecologistas en Acción.

El Consejo de Administración de Aguas de Cádiz ha aprobado por unanimidad aplicar reducciones en las facturas del agua a empresarios, autónomos y asociaciones socioculturales afectadas por la crisis del coronavirus para favorecer la actividad empresarial y el empleo en la ciudad con medidas que no pongan tampoco en riesgo la viabilidad económica de la empresa municipal de agua. Estas medidas tendrán efecto retroactivo al 15 de marzo.
Las medidas aprobadas contemplan la reducción de las cuotas fijas de abastecimiento, saneamiento y depuración excepto el canon autonómico y la tasa de gestión de residuos sólidos urbanos, para aquellos empresarios, autónomos o asociaciones socioculturales que lo soliciten por estar afectados por una paralización o reducción significativa de su actividad y de sus ingresos.
Además, a los empresarios, autónomos y asociaciones socioculturales que, debido a la crisis sanitaria hayan solicitado la baja durante el estado de alarma, se les bonificará la cuota de contratación al solicitar de nuevo el alta en el suministro.
El período de aplicación de las medidas de reducción es desde el pasado 15 de marzo, día en que entró en vigor el estado de alarma decretado por el Gobierno, y hasta un mes después de que se permita la vuelta a la actividad de cada una de las diferentes actividades empresariales.
Tras un exhaustivo estudio por parte de los técnicos de Aguas de Cádiz y dada la complejidad administrativa que encierran estas medidas, la única vía posible para ayudar a estos colectivos es la deducción en la cuota fija a empresas, autónomos y asociaciones que no han podido hacer uso de la prestación del servicio por esta situación excepcional ajena a decisiones empresariales. Al ser una empresa municipal no se pueden bonificar las facturas ni se pueden modificar las tarifas puesto que habría que tramitar un expediente, abrir una fase de exposición pública y esperar la aprobación de la Junta de Andalucía. La duración del proceso sería de cinco meses y no tendría efecto retroactivo.
En cuanto a la petición realizada por escrito por la Consejo de Hermandades y Cofradías de Cádiz, que remitió una carta en la mañana de hoy a Aguas de Cádiz solicitando la ampliación de las medidas a las cofradías, el Consejo de Administración ha decidido dejarlo sobre la mesa al no estar este asunto en el orden del día y estudiarlo de cara a una próxima reunión.
Por otra parte, la presidenta de Aguas de Cádiz, Ana Fernández, ha recordado que el consumo domiciliario de agua sigue garantizando ya que no se cortará el suministro por impagos debidos a problemas económicos justificados o a personas en riesgo de exclusión social. En este sentido, ha informado al Consejo que, en su próxima reunión, propondrá que se incremente en 100.000 € el fondo que Aguas de Cádiz destina al programa de Procedimiento para la Garantía del Derecho Humano del Agua, Suministro Mínimo Vital y Fondo Social Solidario, con lo que esta partida pasará de 300.000 a 400.000 € anuales. Además, al margen de esta medida, siguen vigentes el resto de mecanismos habilitados para paliar los problemas transitorios económicos como los aplazamientos, los fraccionamientos y lo planes de pagos personalizados.
Este Consejo -celebrado por videoconferencia- ha sido el primero que se celebra tras el decreto del estado de alarma. La presidenta ha aprovechado la ocasión para destacar la profesionalidad de los trabajadores de Aguas de Cádiz y agradecer a toda la plantilla el esfuerzo que ha venido realizando durante toda esta crisis para que Cádiz cuente con un buen servicio de abastecimiento y saneamiento, esencial siempre y ahora más que nunca.
Por otra parte, y a preguntas del Grupo Socialista, Ana Fernández ha señalado que si bien las fuentes ornamentales han estado apagadas durante este periodo de confinamiento, no ha ocurrido lo mismo con las fuentes de beber repartidas por la ciudad puesto que prestan un servicio público y ha explicado que las primeras han empezado a entrar en funcionamiento de manera progresiva desde el lunes pasado y que las fuentes de beber también están siendo limpiadas y desinfectadas durante estos días.